top of page

Llegada a la montaña vieja

Después de varios años de planeación y recorrer algunos miles de kilómetros en barco lento, caminando y en carro por fin me encuentro a metros de la montaña vieja “Machu Picchu”.

Muy temprano el día 15 de septiembre del año 2017, después de haber dormido poco y haber pasado una noche fría las ansias de llegar a la cima de la montaña me invaden Hasta el punto de simplemente desayunar un pan con una bebida fría después de guardar mis cosas.

Inicio una caminata junto a mi compañero de viaje Salomón rumbo a la cima de la montaña, al principio Salomón dentro de su guacal para que me rindiera, pero poco después de recorrer unos buenos metros camino hacia arriba Salomón me pide que lo saque.

Al principio creí que me iba a retrasar, pero al parecer Salomón tenía las mismas ansias mías de llegar a la cima ya que más me tarde en sacarlo que el comenzar a caminar hacia la cima.

Aunque se paraba por momentos en otros antes me jalaba para que caminara más rápido tanto que llegamos alcanzara un grupo de chicos y chicas que pasaron primero. Mas la dicha no fue tanta de Salomón porque después de 40 minutos de caminar ya no quiso seguir.

Pero eso no fue problema de una lo monte sobre mis hombros donde disfrutaba junto a mí el recorrido escalón por escalón.

Luego de más de un hora y media llego a la puerta de ingreso a Machu Picchu y me encuentro con una noticia que veía venir y es que Salomón no podría ingresar, más una de las personas me dijo si pagas donde se guardan las maletas y le das las recomendaciones de cuidado al personal lo puedes dejar.

Me acerco y pregunto si me cuidaban a Salomón a lo que muy servicialmente me respondieron que si, después de unos minutos de dar las pautas de cuidado y dejarle la comida servida y el agua paso de nuevo al sitio de ingreso luego de una corta fila.

Al principio me dicen que si ingresaba solo tenía que pagar por el servicio de un guía pero luego me dejaron continuar con el compromiso de que siguiera a un grupo que estaba adelante mío.

Cada paso que daba sentía como las ansias de llegar a este lugar se iban calmando y la alegría se apoderaba de mí y lentamente dejaba salir una lágrima de mis ojos pues un sueño se vuelve realidad después de mucho tiempo.

Empezaba a sentir como una energía fuerte y positiva invade mi cuerpo, me comienza a mostrar con más claridad que si luchas por tus sueños lo puedes lograr.

Luego de recorrer por un par de horas lo que fue el hogar de los incas, aclarar mi mente y llenarme de mucha energía positiva dejo las ruinas del pueblo y paso a recoger a mi compañero de viaje Salomón.

Cuando tengo a Salomón junto a mi inicio el descenso a eso de las 10 de la mañana hacia el campamento municipal de Machu Picchu lugar donde tenía guardadas mis cosas, lo único era que tenía que esperar hasta las 3 de la tarde para poder sacar mis cosas.

Cuando la señora Tiburcia Balladares Carta, encargada del camping llego pude sacar mis cosas. Además recibí por parte de ella algunos víveres y un regalo inesperado el cual llevo dentro de mi maleta desde aquel día.

El clima que estaba haciendo la tarde de este día no era el mejor por lo que me vi en la obligación de pasar la noche en el camping municipal.

“hasta este punto termina llegada a la montaña vieja, sigue pendiente de mi blog y podrás continuar leyendo más de esta gran aventura”


bottom of page